Un puente entre culturas, un alma que canta desde Sicilia al mundo
Rocco Brugaletta es un cantante italiano de 28 años, nacido y criado en la encantadora ciudad de Ragusa, Sicilia. Su pasión por la música comenzó a los 17 años, en 2014, y desde entonces ha dedicado su vida a expresarse a través de canciones que cruzan fronteras, idiomas y emociones.
En su más reciente trabajo, Rocco ha dado un paso significativo en su carrera al colaborar con Warner Chappell Argentina e Italia, participando en la producción de la versión italiana de la poderosa canción argentina “Soy mi soberano”, originalmente de Gustavo Cordera. Bajo la producción del talentoso productor argentino Dany Azzaroni, esta adaptación se convirtió en una fusión vibrante entre culturas hermanas.
Su nuevo sencillo, “Pasos de Ritmo”, es mucho más que una canción: es una declaración artística, una invitación al mundo a bailar al ritmo de la unidad, del amor y de la libertad. Aunque italiano, Rocco decidió cantarla en español, como símbolo de apertura cultural y como homenaje a Latinoamérica. En sus propias palabras: “La música es un lenguaje universal que no transmite diversidad ni distancia, sino unidad, emoción y amor.”
El videoclip oficial de Pasos de Ritmo fue filmado en las mágicas playas de Marina di Ragusa y Donnalucata, un guiño a sus raíces sicilianas que se entrelazan con ritmos latinos, creando un puente entre mundos que parecen lejanos, pero que en la música se abrazan.
La canción, cuya letra fue escrita por Rocco, es una metáfora de la vida misma: cada paso es un paso hacia un sueño, hacia la libertad, hacia lo que verdaderamente somos. Para él, esta canción también representa un proceso personal: superar bloqueos, timidez y temores, y encontrar el ritmo propio. Ese ritmo que nace cuando uno hace lo que ama.
“Mi pronunciación suena italiana. Y lo es. Porque no quiero perder mis raíces. Porque todos somos parte del mundo. Y cada paso de ritmo nos une.” – afirma el artista con orgullo.
“Pasos de Ritmo” es una obra con alma, dedicada a Latinoamérica y al mundo entero. Un llamado a bailar con orgullo, sin esconder quiénes somos, porque cuando el ritmo nace del corazón… no tiene fronteras.
