L-TORO es un rapero mexicano nacido en Tala, Jalisco, un pueblo arraigado en la música folclórica, la cultura popular y el espíritu del rancho. Su nombre artístico proviene de un apodo de infancia—”El Toro”—que con el tiempo se transformó en su identidad musical. Más que un alias, representa su fuerza, su resistencia y su forma de enfrentar la vida: de frente y con la cabeza en alto.
Desde niño, la música fue su entorno. Creció entre banda, mariachi y las historias que su padre le contaba sobre José Alfredo Jiménez. Esas narraciones lo marcaron profundamente, no solo por su contenido, sino porque le enseñaron que para componer una canción no hace falta saber teoría musical: basta con sentir.
El rap llegó a su vida por azar y destino. Cuando empresas estadounidenses comenzaron a contratar mano de obra en su pueblo, los trabajadores regresaban con algo más que experiencias: traían música chicana y cultura hip hop. Primero descubrió Cypress Hill y Control Machete, pero su verdadero punto de quiebre fue Akwid, cuando escuchó—por accidente—una canción donde los instrumentos del mariachi se fusionaban con bases boom bap. En ese momento comprendió que el rap también podía tener alma mexicana. Y decidió escribir.
Comenzó como muchos: llenando libretas en soledad, sin grabaciones ni escenarios, solo dejando que las palabras fluyeran. Sin embargo, la vida lo llevó por otros caminos. Se enfocó en los negocios, su familia y su hogar, dejando la música en pausa por varios años. Hasta que un golpe emocional lo sacudió desde dentro: un divorcio. Buscando una forma de procesar su dolor, volvió a encontrar refugio en una libreta y un lápiz. Desde entonces, no ha parado.
L-TORO no viene del freestyle ni de las batallas de plaza, pero sí de la calle, de la vida. Su estilo es una mezcla de rap conciencia, boom bap y poesía cruda. Sus letras exploran el amor, la pérdida, la lucha, la injusticia y la redención. Su lírica es rica en figuras literarias y está influenciada por artistas como Canserbero, Sharif, Rapsusklei, Juaninaka, Eric El Niño y Bocafloja. También toma inspiración de la nueva escuela latinoamericana—Cartel de Santa, C-Kan, Gera MX, Nanpa Básico, Faruz Feet—y del sonido clásico del West Coast con referentes como Dr. Dre, Snoop Dogg y 2Pac.
Aunque aún no ha lanzado su música de forma masiva, L-TORO tiene un extenso archivo de material en desarrollo y varios temas en proceso de producción. No ha pisado escenarios grandes, pero está preparando su entrada con estrategia, imagen y visión. Su diferencial: un estilo que fusiona la cadencia de los tresillos del mariachi con beats de boom bap y un mensaje que no glorifica la violencia, sino la resistencia.
Su lema personal es “Vulneratus non victus” (Herido, pero no derrotado), una filosofía que atraviesa su vida y su música.